domingo, 25 de octubre de 2009

Visita a Piedrabuena y Alburquerque

Empezamos el día con una fina lluvia que parecía nos iba a acompañar durante todo el día, pero nada más avisar la villa de Alburquerque el día se mantuvo cubierto pero sin derramar una sola gota de agua. En Alburquerque nos estaban esperando un grupo que también querían visitar el castillo de señorial Piedrabuena, primer destino de nuestra jornada.

Cerca del pueblo, entramos en una zona de hermosas encinas por una pista suficientemente cómoda para el autobús que llevábamos. Allí estaba, un hermoso Castillo que pronto nos deslumbró a todos los que nunca lo habíamos visto. Aguardamos la presencia de su actual propietario, D. Juan Carlos Sánchez Llorente que empezó a explicarnos la historia de su casa, castillo y palacio que a principio del siglo pasado compró su abuela.




La visita también sería enriquecida con el conocimiento que nos ofreció Eduardo Maya, alternandola con el propietario. Paseamos embobados desde la parte trasera del castillo a la parte delantera contemplando los escudos de los múltiples maestres de la Encomienda de Piedrabuena, de Carlos V, de Felipe II, así como los de la orden del Freyre que adornaban las paredes exteriores del castillo como trofeos en un salón noble.
Las transformaciones realizadas durante siglos modificaron este bello castillo en palacio perfectamente conservado por la familia Sánchez.

Tras visitar el museo que está montando en una de las dependencias y presenciar las impresionantes vistas, tenemos que dejar a Juan Carlos porque en Alburquerque nos estaban esperando otras personas y teníamos que proseguir la jornada. Todos quedamos sorprendidos y así lo demostramos. Y así lo exponemos públicamente.

De nuevo al autobús y regreso al pueblo donde Cándido Mayo, presidente de ADEPA, y un nutrido grupo de amigos nos estaba esperando. Comenzamos la visita en la puerta de la Villa donde nos introdujo la concepción, las morfología y en al historia de Alburquerque. Recorrimos la calle Derecha, pasamos por la Sinagoga, calle por calle nos razonaba su nombre, nos mostraba elementos significativos arquitectónicos, rejas, dinteles de puertas, viejas ermitas, enterramientos prehistóricos, etc hasta que llegamos a la Iglesia de Santa Maria del Mercado donde Juan, el Sacristán, nos mostró con todo lujo de detalles los encantos de esta iglesia centenaria con su impresionante sacristía. Muchas gracias Juan por tus explicaciones y por permitirnos subir al campanario. Vimos el órgano y esperemos que pronto la Junta de Extremadura pueda restaurarla con la misma prontitud que excava en las colinas, en los baluartes defensivos que construyeron los portugueses.

Continuamos hacia la puerta de Alcántara y el pozo del mismo nombre, operativo hasta hace bien poco tiempo para terminar en la casa etnográfica de Juan Castaño que proporcionó los encantos de la concurrencia. Juan me gustó mucho tu casa franciscana, pero la calle trasera me alucinó...

Pasaban las 3 de la tarde y tuvimos que interrumpir la vista al pueblo y marcharnos al hotel donde un almuerzo de confraternización entre Amigos de Badajoz y ADEPA puso el broche final a una jornada muy completa. Compra de dulces y regreso a Badajoz.
Muchas gracias por acompañarnos.

2 comentarios:

xaby dijo...

Cómo se puede concertar una visita guiada al castillo de piedrabuena? Por favor, ayuda.

Amigos de Badajoz dijo...

le recomendamos que se comunique con el Ayuntamiento de Alburquerque que sabrán darle las indicaciones oportunas.
muchas gracias