viernes, 6 de septiembre de 2019

Repunte de la delincuencia. ...Y réplica a la Delegada del Gobierno

Pedimos a las administraciones el cumplimiento de los compromisos de seguridad adquiridos con el Casco Antiguo


Las asociaciones y colectivos SOS Casco Antiguo de Badajoz, Asociación contra el ruido Espantaperros, Asociación de vecinos del Casco Antiguo, Asociación Cívica Ciudad de Badajoz, Centro Comercial Abierto Menacho, Asociación de Empresarios del Casco Antiguo y la Asociación Amigos de Badajoz, denunciamos la rápida degradación de las condiciones de seguridad en el centro histórico de la ciudad. 
 Foto de Extremadura7dias.com
A los habituales problemas de narcotráfico, usurpación de propiedades, mendicidad e incivismo, ahora viene a sumarse una oleada de robos, hurtos y violencia más propia de décadas pasadas.
El miedo se ha apoderado del barrio después de que, en los últimos meses, se hayan sucedido numerosos robos en comercios, restaurantes, viviendas, vehículos, residencias universitarias y edificios patrimoniales.
Estas calles se han convertido en el vergonzoso y deprimente escenario de robos con violencia, tortura y secuestro de personas, ajustes de cuentas, peleas con armas, menudeo y tráfico de estupefacientes, usurpación y ocupación de propiedades, prostitución, vandalismo… y ello a pesar de las numerosas promesas y compromisos —incumplidos, hasta ahora, absolutamente todos— que, tanto el Ayuntamiento de Badajoz como la Delegación del Gobierno, se apresuraron a anunciar en ocasiones pasadas con motivo de hechos semejantes. Mientras tanto, asistimos horrorizados a lo que parece, sin duda, un regreso a los tiempos más oscuros para el barrio, sin que las distintas Administraciones, pasmadas, torpes e impasibles, hayan sabido reaccionar.
Atrás quedaron promesas como la de dotar a las comisarías de policía nacional y de policía local de personal y medios suficientes para atender las necesidades del barrio, siendo, en la actualidad, poco más que edificios deshabitados durante largas horas, especialmente en las noches de fin de semana. Atrás quedaron también las cámaras de vigilancia, las comisarías conjuntas y las patrullas de proximidad. Atrás quedan siempre las palabras.
La realidad de estas calles es que los maleantes se mueven con total impunidad, cada vez en mayor número, llevando a cabo sus fechorías incluso a plena luz del día, con una despreocupación tal que aterra a la ciudadanía.
Así, están en riesgo directo tanto la integridad de las personas como la del valiente y precario tejido comercial, que apostó por estas calles donde otros claudicaron, pero también es la propia imagen de la ciudad la que peligra, pues son estas calles, este barrio, su mejor carta de presentación ante el mundo.
¿De qué ha de servir cada euro invertido, cada esfuerzo realizado, cada línea y cada segundo empleado en proyectos de recuperación, de rehabilitación, cuando las condiciones de seguridad están tan mermadas y deterioradas que ahuyentan a quienes deben apuntalar la regeneración de estas calles? ¿Cómo habrá de recuperarse un barrio herido desde hace largos años cuando los comercios se rinden y bajan la persiana, cuando los residentes huyen y aceptan el exilio, cuando los diablos campan a sus anchas con pies terrenales y ya no temen a la luz del día? ¿Cómo, si se ríen de la Autoridad en vez de amedrentarse ante ella?
Exigimos que los poderes públicos nos devuelvan la seguridad restada a nuestras vidas, la normalidad que nos corresponde por derecho. Les animamos a no desfallecer, les animamos a rescatarnos de esta nueva edad oscura que se cierne sobre nuestras cabezas. Les exigimos que protejan a nuestras familias. Les exigimos que cumplan con su deber.
Badajoz, 4 de septiembre de 2019.

información aparecida en HOY.es


Réplica a la Delegación del Gobierno en los asuntos de seguridad en el Casco Antiguo.

A tenor de la publicación de una nota de prensa conjunta, suscrita por siete asociaciones y colectivos de la ciudad, alertando sobre la rápida degradación de las condiciones de seguridad en el Casco Antiguo de Badajoz y solicitando la implementación de medidas a las distintas administraciones competentes, y como consecuencia del comunicado posterior de la Delegación del Gobierno en el que se niega tal situación, venimos a decir:
1º) Las asociaciones firmantes representamos a familias y empresarios del centro histórico, y nuestra única intención es la de pedir auxilio ante el aumento importante de delitos que se están produciendo en los últimos meses, muchos de ellos a plena luz del día y con total impunidad. Tenemos miedo y nos desanima comprobar cómo algunos de nuestros vecinos se están marchando y cerrando sus negocios para trasladarse a otros barrios.
2º) Ante ello, la Delegación del Gobierno, lejos de confirmar lo que es un hecho real que sufrimos diariamente y que ha motivado la unión sin precedentes de tales colectivos para la denuncia pública de nuestra necesidad y derecho de seguridad, decide, en un torpe ejercicio de servicio público, negar la mayor proporcionando una información estadística que estimamos sesgada, ambigua y descontextualizada.
De tal modo, los datos que maneja la Delegación se refieren exclusivamente a “robos” en el año en curso, sin atender a otros delitos (hurtos, reyertas, narcotráfico, vandalismo, ataques con arma, usurpación de propiedades, etc.) ni especificar el plazo en el que se han cometido tales robos, además de desglosar una serie de medios y efectivos que, a tenor de los acontecimientos que padecemos, y que son de dominio público al haber sido objeto de titulares en los medios de comunicación, resultan del todo insuficientes.
3º) Lamentamos profundamente que aquellos que nos representan, servidores públicos, a quienes solicitamos auxilio, en vez de tener presente el sufrimiento de nuestras familias y el frágil estado de un barrio histórico que huye de la marginalidad, prefieran salir a palestra con datos sesgados que, de un modo mediocre e insuficiente, jamás podrían justificar una gestión, siquiera aceptable, de esta crisis de seguridad en un barrio que lleva sufriendo la lacra del narcotráfico largos años.
4º) Consideramos que es el propio enquistamiento de las conductas delictivas, la normalización del delito y su “medio ambiente natural”, y la relajación de las Administraciones competentes ante nuestras urgencias demostrada en el capeo de las necesidades ciudadanas con vergonzosas estadísticas que tratan de minimizar cuando no anular los hechos las grandes causas del aumento de las conductas delictivas en este barrio.
5º) No está en nuestro ánimo exagerar o mentir y no existen motivos para ello. Ante esto, resulta descorazonador comprobar cómo el máximo órgano competente prefiere entregarse al maquillaje de las cifras y la prestidigitación que a la asunción de responsabilidades poniendo toda la carne en el asador para cumplir con el deber de proteger al ciudadano que pide auxilio.
Si éste es el máximo nivel de seguridad al que podemos aspirar en el centro histórico de la ciudad, quizás sea tiempo de ceder responsabilidades a otros más capaces.

Badajoz, 7 de septiembre de 2019.

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